¿Ha perdido usted la fe?
André Frossard, con el humor negro que le caracteriza, propone a los que han perdido la fe que vayan a la “Oficina de objetos perdidos”. A lo mejor está allí entre un manojo de llaves o unos guantes.
Propone el siguiente cuestionario que habrá que rellenar y entregar al encargado para que pueda buscarla:
*¿Dónde y cuándo perdió usted la fe? Indique aproximadamente la hora y esfuércese por precisar: ¿En qué lugar?
*La llevaba usted:
a) ¿en la mano?
b) ¿bajo el brazo?
c) ¿en una maleta?
d) ¿a cuestas?
*¿Ha denunciado su desaparición a las autoridades religiosas?
¿O bien, creyendo que se la devolverían, no pensó más en ello?
* Descríbala. Detalle su forma, su contenido, su color. ¿Era la “fe del carbonero”, era de oro macizo, era infantil o de peluche, adulta, moderna, adaptable a cualquier filosofía o religión?
* Pregunta subsidiaria: ¿Tiene usted mucho interés en recuperarla? Pregunta importante ya que está demostrado que se dan menos pasos para encontrar la fe que para encontrar un paraguas…