
Dentro de la Cincuentena se celebra la Ascensión del Señor. Y concluye todo con la donación del Espíritu en Pentecostés.
El precepto pascual consiste en que todo fiel, después de la primera Comunión, está obligado a comulgar por lo menos una vez al año. La recepción de la Comunión requiere normalmente prepararse con el sacramento de la confesión.