GRUPO DE LECTIO DIVINA

 

No es un grupo en sí, puesto que está abierto a cada uno que quiera asistir a los retiros que se organizan en la parroquia a lo largo del curso.

Sin embargo, si se podría decir que la Lectio Divina, es el hilo conductor en la organización de cada uno de los retiros. Por norma general son tres en el curso:

-        Retiro de Adviento

-        Retiro de Cuaresma

-        Retiro de Pascua

La Lectio Divina es algo importante en la vida espiritual, es esa lectura lenta, atenta de las Escrituras, que nos permite ver como Dios nos habla cada uno de los días de nuestra vida.

Es una escucha con los ojos y el corazón.

CUATRO PASOS

Lectura-Meditación-Oración-Contemplación

1

        Toma tu Biblia y empieza a leer hasta que una frase o una palabra te llame la atención, te atraiga… no se trata de leer sólo por curiosidad, por saber más, sino de despertar tu corazón a la oración.

2

        Medita con tu boca y tu corazón, repite esa palabra o frase incansablemente en voz alta o calladamente, no intentes entenderla nada más que con tu cabeza, permite que esas palabras caigan dentro de tu corazón y de tu mente, que se conviertan en parte tuya… al hacer esto, saborea y gusta las palabras que repites, déjate empapar por ellas. Cuando lo hayas hecho durante un rato, habrás saboreado suficientemente su contenido.

3

        Ahora es el momento de empezar la oración. Ora espontáneamente diciéndole al Señor lo que esta frase, estas palabras van sugiriendo dentro de ti, lo que te han dicho de Él, de ti, de la realidad, lo que van haciendo surgir dentro de ti.

4

        Por último, limítate a estar en silencio delante del Señor todo el tiempo que puedas permanecer sin distracciones. Este es el momento que la tradición monástica ha llamada contemplación. Cuanto más profundo sea el silencio en tu corazón, más fuerte será el impacto de la Palabra de Dios en tu ser.

“Orar no significa sólo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia, Orar significa también callar y escuchar lo que Dios nos quiere decir” San Juan Pablo II